Camino de ronda de la Costa Brava: de Platja d'Aro a Sant Feliu de Guíxols

El camino de ronda de Platja d'Aro a Sant Feliu de Guíxols es, sin ningún género de duda, uno de los más bellos de la Costa Brava, de Catalunya y de España. Podemos distinguir dos partes. En la que corresponde al término municipal de Castell-Platja d'Aro, es decir, la de s'Agaró, el camino está muy urbanizado pero maravillosamente urbanizado con un estilo que se ha dado a llamar 'mediterráneo'. En él abundan miradores, falsos túneles con ventanas, logias y templetes que potencian la belleza del mar, los acantilados y el agua que aquí es especialmente transparente. La segunda parte, la de la playa de Sant Pol hasta Sant Feliu de Guíxols, se trata de un camino de ronda más parecido al resto de los que encontramos en la Costa Brava: bien señalilzado, fácilmente transitable y sin excesivas elevaciones aunque sí que hay continuas subidas y bajadas. Aquí el paisaje es más agreste que en el tramo anterior pero es una costa amable y sombreada. La costa es de una belleza extrema, con pequeñas calas de arenas doradas, aguas traslúcidas y rocas rojizas. El final de la ruta es Sant Feliu de Guíxols, una bella, pequeña y vieja ciudad comercial e industrial antes que turística donde se encuentra todo tipo de servicios.

Vía Verda del 'Carrilet' (II): de Sant Feliu de Guíxols a Llagostera

Camino de ronda de la Costa Brava: de Platja d'Aro a Calonge

Los caminos de ronda has servido a lo largo del tiempo para múltiples usos: acceso a las playas y a las fincas rústicas, comunicación entre pueblos, vigilancia y socorro, contrabando ...

Afortunadamente cada año se ponen en servicio nuevos tramos de caminos de ronda recuperados y dotándos de servicios de información y de seguridad.

Es una mágnífica idea disfrutar de este patrimonio que está al alcance de casi toda la gente. Sólo se necesita calzado adecuado y muchas ganas de disfrutar del paisaje.

Entre Sant Antoni de Calonge y Platja d'Aro se puede recorrer uno de los mejores tramos del camino de ronda de la Costa Brava, salpicado de pequeñas calas y mágníficos paisajes. Además se puede ver una de las playas más representativas -y una de las más fotografiadas- de la Costa Brava: la cala Belladona.