Camino de ronda de L'Escala

Excursión invernal entre Lloret a Tossa

No hay nada más gratificante en invierno que hacer los caminos de ronda de la Costa Brava. Los días suelen amanecer frescos pero a las pocas horas el Sol comienza a calentar y obliga a ir quitando capa de ropa tras capa para, finalmente, quedarse con una simple camiseta de manga corta. El camino de ronda entre Lloret de Mar y Tossa de Mar tiene dos variantes a partir de la urbanización Urcasa: la del bosque que sigue las marcas del GR 92 y la que podríamos denominar vía Xavier Marina (vía Marina, a partir de ahora) por ser este corredor blandense el que la ha abierto y el que la ha dado a conocer y que sigue una ruta lo más próxima posible al mar. El grupo de senderistas de hoy hemos optado por la vía Marina, cosa que ha sido un gran acierto a pesar que es mucho más cansada por ser un rompepiernas por sus continuas subidas y bajadas. Tras cuatro horas y media de marcha, el final del camino ha sido triplemente satisfactorio: por haber llegado cansados pero 'enteros', porque el pueblo que nos ha acogido es el bellísimo Tossa de Mar y por la buena cocina del restaurante Bahía donde hemos disfrutado de una buena paella, unos, y de un magnífico cim-i-tomba de rape, los otros.

Camino de ronda de la Costa Brava: de Platja d'Aro a Sant Feliu de Guíxols

El camino de ronda de Platja d'Aro a Sant Feliu de Guíxols es, sin ningún género de duda, uno de los más bellos de la Costa Brava, de Catalunya y de España. Podemos distinguir dos partes. En la que corresponde al término municipal de Castell-Platja d'Aro, es decir, la de s'Agaró, el camino está muy urbanizado pero maravillosamente urbanizado con un estilo que se ha dado a llamar 'mediterráneo'. En él abundan miradores, falsos túneles con ventanas, logias y templetes que potencian la belleza del mar, los acantilados y el agua que aquí es especialmente transparente. La segunda parte, la de la playa de Sant Pol hasta Sant Feliu de Guíxols, se trata de un camino de ronda más parecido al resto de los que encontramos en la Costa Brava: bien señalilzado, fácilmente transitable y sin excesivas elevaciones aunque sí que hay continuas subidas y bajadas. Aquí el paisaje es más agreste que en el tramo anterior pero es una costa amable y sombreada. La costa es de una belleza extrema, con pequeñas calas de arenas doradas, aguas traslúcidas y rocas rojizas. El final de la ruta es Sant Feliu de Guíxols, una bella, pequeña y vieja ciudad comercial e industrial antes que turística donde se encuentra todo tipo de servicios.

Camino de ronda de la Costa Brava: de cala Morisca a Tossa de Mar

La Costa Brava conserva bellos rincones poco urbanizados como los del camino de ronda que pasa por las calas Morisca, Porto Pi, Santa Maria de Llorell y Llevadó, entre Lloret de Mar et Tossa de Mar.

Las fotos son de una excursión hecha el 10 de noviembre, en pleno otoño, pero con un sol radiante y una temperatura muy agradable, siguiendo un camino poco transitado que bordea las calas entre los acantilados, los bosques y el omnipresente mar Mediterráneo.

Al final de la ruta encontramos Tossa de Mar, uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava, con sus espectaculares vistas al mar, sus murallas, el faro abierto al público y el paseo marítimo lleno de buenos restaurantes.

Se trata de una ruta perfecta para cualquier momento del año pero es particularmente apropiada para épocas de baja temporada.

Camino de ronda de la Costa Brava: de Lloret de Mar a cala Canyelles

Los caminos de ronda comunicaban los pueblos de la costa entre si pero también servían para acceder a recónditas playas o para vigilar que no entrara contrabando.

Poco a poco se han ido recuperando tramos de este camino que recorría toda la Costa Brava. Además se ha balizado un largo recorrido como 'gran ruta' para senderistas, el GR-92, que los menos atrevidos podrán aprovechar para hacer tramos más ligeros.

Desde Tossa de Mar y Lloret de Mar salen caminos de ronda que recorren la costa y que son de gran belleza.

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